¿Sabías qué, en las oquedades de los árboles, las arañas compiten por el alimento y que esta competencia afecta a su distribución?

La coexistencia y la competencia por el alimento entre especies son dos términos entrelazados que son clave, en muchas ocasiones, para comprender el porqué de la diversidad de un lugar. Imaginemos que dos especies animales están en el mismo espacio, tienen una nutrición muy parecida, pero su habilidad competitiva es diferente. Cuando el alimento sea abundante, ambas especies es muy probable que coexistan a pesar de su distinta competitividad. En cambio, cuando el alimento escasee y haya que alimentarse, ambas especies no tendrán más remedio que competir por ver quién se lleva la comida, produciendo, de manera muy simplificada, que la especie menos competitiva no pueda alimentarse. La coexistencia, por tanto, no sería posible. Sin embargo, la naturaleza es muy sabia y las especies emplean diferentes estrategias para reducir la competencia a niveles donde la coexistencia sea posible. Entre las estrategias más comunes estarían: cazar en diferentes períodos temporales (p.ej: día/noche), espacios (p.ej: ramas altas/bajas) o alimentarse de otros recursos (p.ej: insectos/frutos).

Las oquedades de los árboles, gracias a que son espacios confinados y relativamente aislados, son excelentes laboratorios para investigar el fenómeno de la competencia entre sus habitantes. Las arañas, uno de los inquilinos depredadores más abundantes y diversos en las oquedades de los árboles, con una dudosa credibilidad de competencia entre sus especies, es el objeto perfecto de estudio. Así que, a partir de métodos indirectos para detectar competencia como los análisis de patrones de co-ocurrencia (detectar si y qué especies se encuentran juntas con una mayor o menor frecuencia que lo que diría el azar) en combinación con algunas características de las arañas que influyen en su alimentación (tamaño, estrategia de caza, período de actividad temporal diario y mensual…), buscamos respuesta a si la competencia entre especies de arañas existe en las oquedades y, por tanto, afecta a su distribución.

La investigación realizada en bosques de Quercus pyrenaica localizados en diferentes áreas naturales de la provincia de Salamanca mostró que las especies, en general. se segregaban en diferentes oquedades y que algunas parejas de especies, con tamaños o estrategias de caza diferentes que dificultarían la competencia entre ellas, estaban más juntas de lo esperado por el azar en las oquedades y en el mismo período de tiempo. En otras palabras, la evidencia de estas estrategias de coexistencia sugiere que la competencia entre especies de arañas es muy probable que exista y afecte a la estructuración de estas comunidades depredadoras en las oquedades de los árboles. Estudios en campo donde se compruebe directamente la competencia u otras aproximaciones más novedosas, como las moleculares, podrían echar más luz a este asunto.

Artículo completo aquí: https://resjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/een.13286

*Estudio parcialmente financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (proyecto CGL2016-78181-R).

 

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