Las comunidades de escarabajos saproxílicos son muy diversas en cuanto al número de especies, pero también en cuanto a la diversidad de funciones que llevan a cabo en un ecosistema, lo que por otro lado, mantiene en funcionamiento dicho ecosistema. Sin embargo, la relación entre el número de especies de un sitio y las funciones que desarrollan, o incluso que pueden llegar a desarrollar no es nada simple, y de ello depende la resiliencia (o capacidad de recuperación) de un ecosistema ante perturbaciones o cambios.
Así, aunque normalmente un mayor número de especies es bueno para el funcionamiento del ecosistema, ya que a más especies más funciones, esto puede conllevar una mayor especialización de las comunidades (por la presencia de especies funcionalmente raras). Es decir, que ante perturbaciones o cambios, podría ser más probable perder funciones ecosistémicas en la comunidad. Sin embargo, y para complicar las cosas, también podría ocurrir que comunidades con una gran variabilidad de funciones toleren bien los cambios, amortiguando algunas de las especies la posible pérdida de otras. Ahora bien, esto es más probable que ocurra si las especies de dichas comunidades no son funcionalmente muy raras.
Artículo completo en https://resjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/een.13069
*Estudio financiado por Ministerio de Economía y Competitividad (proyecto CGL2016-78181-R); Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto CGL2012-31669); Generalitat Valenciana (proyectos:AICO 2020/192, PROMETEO/2013/034) y por Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ( FPU14/03721).