¿Sabías qué Lustrochernes grossus “pide aventón” para llegar a su microhábitat favorito?

Los troncos podridos son uno de los microhábitats preferidos por el pseudoescorpión Lustrochernes grossus; sin embargo, su pequeño tamaño corporal (entre 3.5 y 4.5 mm) puede ser una limitante para su dispersión y colonización de nuevos hábitats. 

La madera muerta en suelo constituye un microhábitat cuya distribución puede llegar a ser muy discontinua. A su vez, la madera de las diferentes especies de árboles puede no ser igualmente idónea para el desarrollo de esta especie, como ocurre para otras muchas especies saproxílicas. Lo mismo ocurre con el estado de descomposición de la madera; no debemos olvidar que la madera muerta es un microhábitat que evoluciona en el tiempo gracias al efecto de diferentes factores bióticos y abióticos, y por lo tanto, su idoneidad para el desarrollo de diferentes especies saproxílicas es más o menos efímera. Acceder a los troncos adecuados en el estado de descomposición idóneo puede complicar aún más el acceso de estos pequeños arácnidos a su lugar de desarrollo.

La foresis o foresia es una relación no parasítica entre un animal grande (huésped) y un animal pequeño (foronte) cuyo objetivo es la transportación del foronte por el huésped. 

En el bosque mesófilo de montaña Mexicano, L. grossus es capaz de llegar a los troncos al ser transportado por Heliscus tropicus, un escarabajo saproxílico de la familia Passalidae muy abundante en los diferentes estados de descomposición de la madera. 

Comparado con el pseudoescorpión, el escarabajo saproxílico H. tropicus es un gigante (aunque no llega a superar los cuatro centímetros de longitud). Su tamaño y su afinidad por la madera en descomposición de ciertas especies arbóreas lo convierten en un medio de transporte muy adecuado para L. grossus, sobre el que viaja como polizón. 

En la madera muerta, como en otros habitats y microhábitats, las interacciones bióticas son clave para el mantenimiento de la biodiversidad.

Artículo completo en: https://doi.org/10.1636/JoA-S-21-032

*Estudio financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (proyectos CB 2008-101542-F y CB-285962).

 

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